viernes, diciembre 26, 2008

Se acabó

Dejo este blog en la blogosfera con un objetivo testimonial, pero muere hoy. Han sido tres años, inaugurados por un fenómeno que le dio luz a mi vida (apagándola después, como dice la canción), y en los que han transcurrido algunos acontecimientos devastadores (algunos en el buen sentido de la palabra) que, en el fondo, no han cambiado nada. Sigo siendo la misma de hace tres años, aunque ahora con un interesante y explotador trabajo y una novela acabada, pero al mismo tiempo he cambiado. De una manera tan radical que tengo que emprender nuevos caminos.

Rectifico: en realidad mi vida nunca ha tenido luz. Han sido sólo fuegos fatuos, el último hace pocos días. Siempre, por eso, he ido encendiendo velas. Hasta que me canse.

Pero mi herrumbrosa lanza y mi oxidada armadura, como dice mi amiga Eva, a la cual pasaré algunos de los contenidos de este blog, aún puede causar algún agujero en las entrañas del poder. Así que nos veremos en la trinchera, amigos, si antes no he caído.

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