viernes, octubre 24, 2008

Cuba

El otro mundo posible está más cerca de lo que todos pensábamos: autopistas sin rótulos publicitarios (aunque con consignas revolucionarias que pueden molestar a algunos), varios canales televisivos con cultura y entretenimiento de calidad, cobertura sanitaria completa (¡desde empastes hasta medicina alternativa!), necesidades básicas cubiertas (no hay miseria y la pobreza no es ni mucho menos penosa, sólo que no pueden llevar nuestro nivel de vida consumista), conciencia cívica, planes de prevenciones y evacuación de huracanes que hace que estos se salden con prácticamente cero víctimas, represión sólo en los casos en que se conspira contra el país (con leyes en este sentido idénticas a las de otros países europeos, incluso España), y... bien, no economía de mercado (¿es eso tan horrible, sobre todo después de los últimos aciertos de nuestro sistema capitalista?) y no democracia, o sea, no sistema bipartidista donde al final siempre acaban gobernando las grandes familias y las grandes corporaciones, sólo un partido. A pesar de que todos los cargos públicos se eligen por vatación (no lo sabíais, ¿eh?). Eso es Cuba. No hay cámaras por las calles, la prostitución infantil es un mito de Telecinco, la tele de Berlusconi (ver http://www.cubainformacion.tv/index.php?option=com_content&task=view&id=6860&Itemid=65), aparte de algún caso aislado que se puede dar en cualquier parte, la prostitución adulta y la picaresca sí que existen (las tentaciones son muy grandes), hay acceso a internet libre e incluso cyberpuntos por la calles, y tiendas de ropa y electrodomeésticos por doquier. ¡Hasta centros comerciales! Si bien no tienen todos los artículos que tenemos aquí, tampoco les falta mucho. Cuba es un país maravilloso lleno de gente estupenda, y haberlo visitado me hace reafirmarme en la idea de que la democracia está muy sobrevalorada. Ah, para vuestra información, las supuestas medias "aperturistas" de Raúl ya las tenía previstas Fidel hace tiempo, forman parte de la evolución de la revolución, y aunque no es un país perfecto ni un sistema perfecto (portavoces del Comité Central, con los que me entrevisté, reconocen sus errores, saben que no hay fallo sin consecuencia, y quieren aprender de ellos), creo que supera con creces a cualquiera de nuestros fantásticos capitalismos democrático-consumistas creadores de guerras y muerte no sólo en el tercer mundo y de una crisis económica de alcance global que va a venir a crear aún más guerra y muerte.
Viva Cuba.
Patria o muerte, ¡venceremos!
Hago un llamamiento: por favor, colaborar en las múltiples cuentas abiertas de entidades solidarias o de mi partido si lo preferís para ayudar a reconstruir el país tras los huracanes. Pensad que el bloqueo no les ayuda precisamente a ello.
Otra cosa: un par de apuntes personales que ya desarrollaré. He acabado la novela y he encontrado curro de lo mío, aunque con esta crisis todo es tan precario...

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