lunes, noviembre 20, 2006

Monstruosidades neoliberales con buen ritmo... y bien atadas

Interesante manera de conmemorar el 20-N: la Directiva Bolkenstein aprobada y los servicios públicos convertidos ya oficialmente en una mercancía adjudicada al mejor postor. El mileurismo instaurado (¿por qué no mileurismo también en la vivienda? ¡Pisos a mil euros!) e incluso aceptado por los adocenados trabajadores (entre los que me incluyo), que aún vamos lamiéndole el culo a la empresa que sólo se fija en nuestros ocasionales errores y jamás en nuestros logros. Los accidentes laborales y RENFE dando un penoso servicio sin inversiones de ningún tipo mientras se especula y se subcontrata con la construcción del AVE que maldita la falta que nos hace a la mayoría de los usuarios: la gente muere por las condiciones de trabajo ínfimas, por las urgencias, por el número de horas, por la seguridad inexistente. El ladrillo colonizador y corrupto, destructor de espacios naturales y desde luego no orientado a equilibrar la oferta y la demanda inmobiliaria. La guerra y las matanzas sin veto... En estas circunstancias, no es de extrañar que a los jóvenes les importe una mierda qué van a ser de mayores e, incluso, si van a ser algo, mientras los padres invierten su tiempo libre en hostiar a los profesores de sus hijos quizá porque les tienen menos miedo que a los monstruos en que, entre todos, poco a poco, los estamos convirtiendo, mediante horas extras destinadas a pagar la hipoteca y el consumismo vario, televisión, videojuegos y comida basura auspiciada por la Unión Europea.

La única salvación es Operación Triunfo. O Salsa Rosa. O la Dolce Vita. O Gran Hermano. Las nuevas loterías que nos arreglarán el futuro. La fantasía del glamour posible.

Propongo, pues, que en las escuelas, a partir de ahora, se cambie todo el programa educativo y se enseñen asignaturas sobre Cómo Conseguir el Favor de la Audiencia, Insultología Televisiva y Nociones de canto para Voces Mediocres y Composiciones Infumables. Y no os echéis las manos a la cabeza, no: ¿acaso creéis que saldrán menos preparados que con el actual? Pues no. En todo caso igual de mal.

Pero, por favor, ni se os ocurra erradicar las asignaturas que, sin duda, tan buenos resultados están dando para los empresarios de las transnacionales de medio mundo: todas esas nociones académicas que no instan a ser flexibles y a bajarnos bien los pantalones ante nuestros futuros jefes, Bolonia al poder. En cuanto a la ética y a la religión, sólo aspiro a que al menos llegue a estar penada con la ley o considerada pecado mortal cristiano, budista, hinduista y musulmán la flagrante incapacidad creativa en lo musical de los supuestos artistas de OT: ya que nos tenemos que ir todos al carajo, al menos hagámoslo con una buena banda sonora.

El copyright de la imagen es Daniel A. Rodríguez (http://www.clfm.es/2006/06/desolacin.html)

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