miércoles, marzo 08, 2006

Hay un tiempo para vivir y un tiempo para ser mujer

Ya lo sé, ya lo sé: ha pasado mucho tiempo desde la última vez. Y de tiempo es justo de lo que tratará esta entrada.

De tiempo. Y del 8 de marzo; de esta particular fecha en el tiempo, importante para todas las mujeres que creen en la igualdad.Y es que el tiempo es el gran problema de la Humanidad, y también el gran tesoro. Me explico: ¿cuántas de las grandes desgracias que ahora nos aquejan, a nivel tanto personal como global, no se solucionarían sólo con tiempo? Muchas. Casi todas. Nada cambia y todo varía. Un poco de esfuerzo, valor, paciencia, un caudal infinito de tiempo y ¿qué más habría de lo que preocuparte? Si sabes que de aquí a un par de años olvidarás tu pena, y que tienes ante ti todos los años del mundo, ¿no es un consuelo, no es el consuelo? Te estás muriendo de hambre, pero tienes tiempo para encontrar comida. Te están persiguiendo para matarte, pero tienes tiempo para escapar. Tiempo. La inmortalidad. Poder elegir cuándo dejar de vivir, poder espoerar hasta que todo haya sido hecho. Saber que quedan muchos días para que tus aspiraciones se logren, antes de estar demasiado decrépito para disfrutar de ellas.

Sobre todo para nosotras.

El tiempo es nuestro enemigo número uno. Conciliar el trabajo porfesional con el doméstico, en sus múltiples facetas (hijos, maridos, padres...). Y hacer frente a sus regalos, los regalos del tiempo, las marcas de la experiencia... arrugas y canas, en buen castellano, que en las mujeres parece ser que destacan el doble y al mismo tiempo tienen la capacidad de invisibilizarnos. Seamos quienes seamos.

Concretamente, el tiempo es lo que me falta en estos momentos. El tiempo es lo que hace que haya tardado tanto en actualizar este blog. El tiempo y sus actores. Necesito tiempo para estudiar y prepararme para el futuro. Necesito tiempo para enviar currículums. Necesito tiempo para poner a funcionar mis contactos (¿contactos?). Necesito tiempo para acabar mi novela, mi gran apuesta vital. No es la primera que escribo, pero sí la más madura, quizá porque a las otras no les pude dedicar tiempo (otra vez el tiempo). Estaba demasiado ocupada haciendo lo que se supone que debía hacer.

Porque soy una mujer. Y algunas personas, por desgracia situadas en mi ámbito más próximo, por este hecho se empeñan en dificultar la consecución de mis proyectos.

Y, sin embargo...

Soy una mujer. Pero una mujer afortunada. Ni mi vida, ni la de mi familia, ni la soberanía sobre mi cuerpo y mi vida, está amenazada. Sólo mi novela, mi búsqueda de un trabajo mejor, mi salario...

Hay un tiempo para vivir y un tiempo para ser mujer.

(La imagen está tomada de www.armandoschettini.com.ar/fotos/tiempo.jpg).

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2 Comments:

At 18:16, Anonymous Anónimo said...

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At 23:34, Anonymous Anónimo said...

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